martes, 29 de abril de 2008

Desde el Túnel: Manuel Guerrero




Acerca de Manuel Guerrero


Cada año se recuerda en Chile la pérdida de Manuel Guerrero Ceballos, José Manuel Parada y Santiago Nattino, quienes fueron secuestrados y luego brutalmente asesinados. No hubo acusación ni juicio. No habían cometido delito alguno.

Fueron víctimas del terror de Estado, de la violencia impuesta como razón, que imperó durante 20 años en nuestro país, y que aún persiste como herencia que no logramos erradicar.

El Colegio de Profesores de esos años, intervenido por el régimen, guardó cómplice silencio ante éste y otros crímenes atroces.

Manuel era un maestro. Un joven profesor normalista. Tenía sólo un poco más de 30 años cuando fuera asesinado. Era padre de dos hijos. No alcanzó a conocer a Manuela Libertad, su última hija. Escritor e hijo de un escritor que retrató la lucha campesina.

Un gran dirigente estudiantil, social y político: Presidente de la Federación de Estudiantes Normalistas, gestor de maravillosas Jornadas de Trabajo Voluntario que comprometieron con el país a millones de jóvenes, dirigente de las Juventudes y del Partido Comunista.

Manuel se comprometió desde el primer día en la lucha por recuperar la democracia.

Vivió la clandestinidad, fue detenido y torturado por el Comando Conjunto. En 1976, en 4 Alamos, logró escapar de la muerte.
Sufrió el exilió y desde allí continuó su lucha.

Retornó al país y buscó en la AGECH, de la que fuera Presidente Metropolitano, su lugar de compromiso con el magisterio y la democracia.

Tal vez, esta breve biografía responde todas las preguntas iniciales.

Cuando le dimos su nombre al edificio de los profesores chilenos, quisimos recoger en él las mejores tradiciones de nuestro magisterio. Él fue hijo de la educación pública y se comprometió en su defensa y fortalecimiento. Porque Manuel, como nosotros, siempre estuvo convencido que sólo la educación pública puede garantizar la no discriminación, el respeto a la diversidad de ideas y visiones de mundo, una efectiva libertad de enseñanza.

Porque siempre creyó que el sistema público de educación es el único que puede favorecer calidad para todos y la formación para una vida social activa en todos los terrenos, así como mayores posibilidades de movilidad social.

Manuel fue un profesor que comprendió desde muy joven el valor y la importancia de la organización social como condición sustantiva de una real democracia. Se comprometió con ella y la defendió. Fue un militante político, pero entendió que esa opción no se limitaba en el partidismo sino que era una expresión de compromiso social, para ir construyendo, junto a otros, una sociedad distinta, humana y solidaria.

Jorge Pavez, ex- presidente del Colegio de Profesores de Chile A.G.
Líder del Movimiento Fuerza Social Democrática


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